Fisioterapia infantil en Armilla, Granada

La primera sesión está dedicada a la evaluación para conocer mejor al niño y ver qué puntos hay que trabajar. El fisioterapeuta evalúa sucesivamente el estado de la musculatura, las articulaciones y el dolor del niño y observa su desarrollo psicomotor a través de algunos ejercicios.

En términos más generales, una sesión de fisioterapia infantil se desarrolla de la siguiente manera:

• Haciendo contacto con el niño y creando confianza.
• Movilización de las articulaciones y estiramiento muscular.
• Estimulación psicomotora dirigida a través de ejercicios lúdicos
• Instalación de vendajes u órtesis si es necesario

Estimular el desarrollo motor de los bebés

Como fisioterapeutas especializados en pediatría, podemos ayudar a seguir las etapas de desarrollo motor (estar de pie, sentarse, gatear, caminar, agarrar, etc.) sobretodo en casos en los que se han visto retrasadas. En las sesiones se observa el movimiento de los pequeños y se les realizan test específicos para valorarlos de forma objetiva.

En la mayoría de los niños muy pequeños, unas pocas sesiones suelen ser suficientes para encontrar la forma correcta de moverse. Otro en cambio, es necesario un seguimiento más largo, pero siempre será un momento divertido y placentero.

La participación de los padres es muy importante porque la aplicación de los consejos que proporcionamos ayudará a optimizar la rehabilitación. Esta estimulación puede afectar a todos los niños, pero sobre todo a los bebés con tortícolis congénita, plagiocefalia (cabeza plana), reflujo, preferencia de posición, bebés prematuros, bebés con trastornos neurológicos u ortopédicos, etc.

Fisioterapia psicomotriz

Las sesiones son individuales y se llevan a cabo de manera lúdica. Se basan principalmente en experiencias motoras y sensoriales. El ritmo es de una a dos sesiones de 30 minutos por semana.

Dificultades que atendemos en nuestro centro:

• Habilidades motoras gruesas (coordinación, equilibrio, resistencia, tono);
• Habilidades motoras finas (destreza manual, control de la pelota);
• Control motor, inhibición;
• Gestos y prácticas cotidianas (complejo conjunto de gestos aprendidos, por ejemplo: atar los cordones de los zapatos, usar los cubiertos, cortar, vestir, etc.);
• Orientación en el tiempo;
• la estructuración espacial;
• Lateralidad y esquema corporal;
• Estas dificultades pueden encontrarse en el contexto de trastornos más específicos como la dispraxia, el trastorno de adquisición de la coordinación (TAC), etc.

En los primeros años de vida, los niños aprenden y se desarrollan moviéndose. Este tipo de inteligencia se llama «sensoriomotora». Pueden surgir dificultades menores o mayores en este desarrollo y tener un impacto en su autonomía y más tarde en su aprendizaje en la escuela.

Fisioterapia neuromotora

La rehabilitación está dirigida a los niños que presentan:

• Deterioro neurológico (parálisis cerebral infantil, espina bífida, enfermedades neuromusculares, etc.);
• Un retraso en su desarrollo neuro-motor.

La terapia neuromotora tiene por objeto proporcionar experiencias sensoriales-motoras adaptadas para que los niños puedan tomar nuevos rumbos que promuevan la armonización de su tono, su recuperación, sus reacciones de equilibrio y protección. Gracias a estas experiencias, desarrollan el control de los gestos y las posturas. Un objetivo muy importante es evitar las deformaciones ortopédicas y aumentar la autonomía en la vida cotidiana.

Fisioterapia respiratoria infantil

Esto está indicado para patologías respiratorias agudas y crónicas como:

• Bronquitis;
• Bronquiolitis;
• Neumonía;
• Fibrosis quística;
• Asma;

Lejos de la imagen traumática que se suele transmitir, una sesión de fisioterapia respiratoria realizada con suavidad y respeto por el ritmo del niño proporciona un rápido alivio. Las maniobras realizadas nunca son forzadas y se adaptan a la tolerancia del niño. La colaboración de los padres es importante durante la sesión para distraer al niño. Cuando la edad del pequeño lo permite, se ofrecen ejercicios de respiración lúdicos en forma de juegos que pueden ser reproducidos en casa.

Rehabilitación ortopédica

Este tipo de rehabilitación está destinada a los niños con alguna deficiencia del sistema ortopédico. Nos referimos por ejemplo a los niños que han adoptado una mala postura en el útero o que tienen trastornos congénitos (pie equino varo, metatarso varo, displasia y dislocación de cadera, etc).

Las lesiones ortopédicas también pueden ocurrir en niños mayores durante su desarrollo (actitudes escolióticas o escoliosis estructural, epifisiolisis de la cadera, trastornos estáticos de los miembros inferiores después de una cirugía, fracturas, etc.).

La rehabilitación tiene por objeto corregir estos trastornos en la medida de lo posible, para limitar su evolución y su impacto en el día a día. También se hace hincapié en los consejos dados a los padres para que las mejoras obtenidas en las sesiones se reflejen mejor en el hogar y en la vida cotidiana.

Otros tipos de tratamientos

Esguince, fractura, dislocación… Al igual que los adultos, los niños pueden beneficiarse de una rehabilitación específica para recuperar sus capacidades plenas y que su crecimiento no se vea afectado por este incidente.

Una cirugía o un accidente doméstico puede dejar una marca o cicatriz. Con una técnica de masaje apropiado, podemos reducir el impacto estético, mejorar la flexibilidad de los tejidos y mantener un crecimiento armonioso.