Jessica Ashwood y su lesión deportiva

Natación y escoliosis

La natación en competición está asociada con un mayor riesgo de asimetrías de tronco e hipercifosis y una mayor prevalencia de dolor lumbar sobre todo en las mujeres. Podemos decir que la natación no mejora ni previene la escoliosis por sí sola.

Aun así, la natación terapéutica resulta un buen complemento en el tratamiento de esta desviación de la columna vertebral junto a la realización de ejercicios específicos de rehabilitación y tratamiento ortopédico.

Por supuesto, es necesario individualizar el trabajo en la piscina teniendo en cuenta la edad, el tipo de curva y la técnica. En función del tipo y características de la desviación será más adecuado realizar unos movimientos u otros, ya que al igual que hay ciertos gestos que podrían mejorarla, hay otros que lo único que podrían hacer es empeorar las condiciones del sujeto.

¿Qué tipo de natación hay que realizar para corregir la escoliosis?

En este estudio de Sajonta (1996) nos hablan del error recurrente por parte del sector médico, de prescribir la natación como solución a la escoliosis y lo cierto es que no existe ningún fundamento para esta recomendación.

Es evidente que la natación tiene un efecto tonificador sobre la musculatura paravertebral, aumenta la flexibilidad y mejora el sistema cardiopulmonar, pero no hay evidencia ninguna de que ningún tipo de natación ayude a la prevención de la escoliosis o a evitar su agravamiento.

¿Es buena la natación para la columna?

Mucha gente recurre a la natación para calmar sus dolores de espalda. Estos dolores suelen desaparecer al hacer actividades acuáticas gracias al fortalecimiento de grupos musculares que en la mayoría de los casos tienen falta de toxicidad.

La natación puede ser un complemento para el tratamiento de una escoliosis. Hay que dejar bien claro que, si se indica este deporte como ayuda terapéutica, se debe realizar un programa personalizado definiendo el tipo de estilo más adecuado y llevando a cabo una buena técnica de nado, además de un seguimiento médico.

¿Puede empeorar la escoliosis el hecho de nadar?

Hasta ahora no existen estudios científicos que prueben que la natación sea causa de aparición o empeoramiento de escoliosis. Así como tampoco hay evidencia de que repercuta positivamente en una escoliosis idiopática.

En todo caso, al tratarse de un deporte asimétrico (utilizas más un lado de tu cuerpo) se deberá evitar:

  • La natación a edades muy tempranas
  • Nadar de forma exclusiva sin hacer otros deportes
  • Entrenar con una frecuencia e intensidad demasiado altas
  • No compensar la práctica de natación con un trabajo adicional

Diferencia entre una escoliosis real y una actitud escoliótica

La escoliosis es uno de los grandes problemas en las alteraciones de la columna vertebral. Se conoce como una desviación de la columna vertebral con respecto al eje longitudinal medio del tronco, o la desviación lateral del raquis en el plano frontal. La columna en este plano ha de ser completamente recta, considerándose escoliosis cualquier desviación por pequeña que sea.

La actitud escoliótica, más frecuente en niños y jóvenes, es una curva flexible, sin rotación vertebral ni acuñamiento. Otra de las características importantes de la actitud escoliótica es que se puede corregir voluntariamente mediante la contracción de algunos grupos musculares, de manera especial los extensores de columna. Con lo cual, debido a estas características, se le confiere una mayor posibilidad de reeducación y tiene muchas más posibilidades de respuesta a un tratamiento mediante ejercicio en el medio acuático.

La escoliosis estructurada sin embargo, presenta una desviación lateral de columna en el plano frontal con acuñamiento y rotación vertebral. Con lo cual, la corrección mediante reeducación o ejercicios físico como la natación se torna mucho más complicada. Un detalle importante es que para ser considerado escoliosis, tiene que haber 10º o más de desviación.

nadadora escoliosis

Jessica Ashwood: ejemplo de superación

En la mayoría de casos de deportistas de élite encontramos historias de constancia, superación y perseverancia, pero la de Jessica Ashwood es especial. Jessica Ashwood actualmente tiene el récord australiano tanto en el estilo libre de 400m como en el de 800m. Consiguió ser medallista de bronce mundial en 2015 en los 400 metros. Cuando era adolescente fue diagnosticada con una escoliosis severa en forma de S.  

Se le ofrecieron varias opciones médicas, como la cirugía o un corsé ortopédico, pero acabó rechazando todas porque ninguna le permitiría seguir nadando. Su curva en S le crea un verdadero desafío ya que afecta su equilibrio dentro y fuera del agua. A su vez, esta lesión le crea cierta debilidad en uno de sus brazos.

Esto hace que Ashwood nade torcida, por lo que ha tenido que desarrollar una técnica de nado particular para compensar la fuerza desigual y la posición en el agua. Ashwood sufre de dolor significativo en el cuello y la espalda y debe realizar sesiones de fisioterapia a menudo para aliviar ese dolor.

Escoliosis severa

“Como vivo con él todos los días, ya no lo veo como un problema. La natación me ayuda mucho, no puedo correr, no puedo hacer nada en tierra porque hace que mi espalda se dañe más, pero la natación está bien”.“Hay algo acerca de estar en la piscina más tiempo que los demás. Me gusta llegar al día de la carrera sabiendo que hice tanto trabajo y soporté todo ese dolor físico. Si fuera fácil, todos lo harían. Eso sí, tendré que hacerme la cirugía eventualmente cuando termine de nadar porque sigue empeorando».

La escoliosis forma parte de las lesiones deportivas que solemos observar en el mundo del deporte. Otro caso famoso sería el de Usain Bolt. Pero el de Jessica es realmente especial porque ha conseguido ser nadadora olímpica en Londres 2012 con sólo 18 años y una escoliosis severa, algo que nadie había hecho antes. Todo un ejemplo de ambición y lucha en el deporte.

Fuentes:

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Fenoll, R., Guillén-Torregrosa, M. C., & Panadero-Belmonte, A. (2017). EL PAPEL DE LA NATACIÓN Y LAS ACTIVIDADES ACUÁTICAS PARA LA MEJORA DE LA ESCOLIOSIS IDIOPÁTICA. Revista de Investigación en Actividades Acuáticas1(1), 23. https://doi.org/10.21134/riaa.v1i1.1106

Brunet-Guedj, E. (2013). Enfermedades del aparato locomotor en el niño deportista. EMC – Tratado de Medicina17(2), 1–8. https://doi.org/10.1016/s1636-5410(13)64535-3

Jessica Ashwood. (2018, 24 julio). En Wikipedia, la enciclopedia libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Jessica_Ashwood

Becker, T. J. (1986). Scoliosis in Swimmers. Clinics in Sports Medicine5(1), 149–158. https://doi.org/10.1016/s0278-5919(20)31165-0

Zaina, F., Donzelli, S., Lusini, M., Minnella, S., & Negrini, S. (2015). Swimming and Spinal Deformities: A Cross-Sectional Study. The Journal of Pediatrics166(1), 163–167. https://doi.org/10.1016/j.jpeds.2014.09.024

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