Hombro congelado

Fisioterapia en el Síndrome del Hombro congelado

El síndrome del hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva es un trastorno inflamatorio y fibrótico predominantemente del ligamento coracohumeral y cierta musculatura del manguito rotador.

El hombro congelado se caracteriza por provocar un gran dolor en la zona del deltoides, un rango de movimiento restringido (tanto activa como pasivamente) y dificultades para dormir sobre el mismo hombro.

Clasificación del hombro rígido

Recientemente se llegó a un consenso para establecer una clasificación de esta lesión de hombro. La capsulitis adhesiva primaria es de origen idiopático, es decir, no sabemos por qué aparece. Por otro lado, la capsulitis secundaria se divide en tres subcategorías según su asociación con una patología intrínseca del hombro, una patología extrínseca del hombro o una enfermedad sistémica.

PrimariaSecundariaSecundariaSecundaria
IdiopáticaSistémica
Diabetes
Enfermedad
Cardiovascular
Otros
Extrínseca
Cirugía
Traumatismo
Intrínseca
Tendinopatía del
manguito rotador
Calcificación del tendón
hombro congelado tratamiento

¿Qué es el hombro congelado?

El consenso abrumador con respecto al hombro congelado es que se entiende muy poco sobre este tipo de lesión, particularmente las causas subyacentes que lo provocan.

Los nombres que recibe este tipo de diagnóstico son bastantes aterradores para los pacientes: «hombro rígido», «hombro congelado», «capsulitis adhesiva» o «capsulitis retráctil». Además, los propios nombres diagnósticos sugieren que realmente no sabemos mucho sobre esta condición.

Un hallazgo común en todos los casos, es que existe una clara relación con la edad. Raramente se ven pacientes con esta lesión antes de los 40 años. De hecho, en Japón y China se le conoce como el hombro de los cincuenta años.

Investigaciones recientes sugieren que el término «Capsulitis adhesiva» debería abandonarse, porque aunque existe una fibrosis de la cápsula, no hay adherencias articulares asociadas con la fisiopatología. Un nombre más correcto podría ser: Síndrome de Contractura del Hombro Congelado

A pesar de la edad, dos de los factores de riesgo establecidos más importantes para la capsulitis adhesiva son la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. La hipótesis sostiene que, de manera similar a estas dos enfermedades, la inflamación y la fibrosis capsular observadas en el hombro congelado se precipitan por el síndrome metabólico y la inflamación crónica de bajo grado.

El síndrome metabólico es un grupo de cambios biológicos que incluyen anormalidades lipídicas, niveles elevados de insulina en sangre y una respuesta inmune (aumento de citocinas proinflamatorias) que conducen a un estado inflamatorio crónico de bajo grado.

sindrome del hombro congelado

¿Qué es la inflamación crónica de bajo grado?

La inflamación crónica de bajo grado difiere de la inflamación aguda en que no se localiza en una zona particular del cuerpo, tiene una «intensidad» más baja y se mantiene durante un período prolongado. Se caracteriza por la presencia sistémica de un mayor número de células inflamatorias e inmunes (citocinas proinflamatorias).

En presencia de inflamación crónica de bajo grado, la fibrosis de los tejidos blandos sirve como un «depósito de almacenamiento» para células inmunes y otras sustancias (citocinas, mastocitos, macrófagos, linfocitos, células T y B)

Causas de la capsulitis adhesiva

Los factores de riesgo más comunes para la capsulitis adhesiva son la edad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Como ya hemos comentado, se desconoce la causa exacta de la capsulitis retráctil, y tiende a manifestarse sin razón aparente. Sin embargo, algunas afecciones médicas preceden a veces su aparición:

  • Inmovilización del hombro (después de una fractura, mastectomía, etc.) o inmovilización general prolongada (después de una cirugía torácica, por ejemplo)
  • Un ictus o accidente cerebrovascular
  • La existencia de otra afección del hombro, como tendinitis, bursitis o rotura del manguito rotador

Hipótesis de Pietrzak

Pietrzak afirma que «el hombro humano evolucionó para el lanzamiento de proyectiles a alta velocidad». Pero, dado nuestro estilo de vida cada vez más sedentario (incluida la falta de lanzamiento de lanza, a menos que te gusten las jabalinas), es posible que partes de los tejidos blandos complejos del hombro no sean ejercitados y estirados acorde con su función evolutiva. Algunos de estos tejidos del hombro ahora pueden estar sujetos a la acumulación de subproductos metabólicos, una mayor producción de citocinas proinflamatorias y efectos perjudiciales sobre la estructura celular.

En este contexto, sugiere Pietrzak, una lesión proximal o distal del hombro puede desencadenar una citocina proinflamatoria local y / o sistémica, una cascada simpática y neuroinmune que produce el síndrome de contractura del hombro congelado.

brazo congelado

Tiempo de recuperación del hombro congelado

A menudo se resuelve dentro de 1-2 años, aunque hay muchos informes de síntomas a largo plazo.

Se supone que el hombro doloroso progresa a través de tres o cuatro etapas, que probablemente se describen mejor como una etapa inflamatoria dolorosa sin restricción capsular, seguida de etapas de congelación y descongelación.

Históricamente se cree que este síndrome se resuelve completamente en un periodo de 1 a 2 años, sin embargo, otros investigadores afirman que puede durar hasta 30 meses.

Fases del hombro congelado

La capsulitis retráctil evoluciona en tres fases principales y los síntomas varían según la etapa alcanzada:

  • Fase 1: dura de 1 a 4 meses, el paciente siente dolor fuerte y difuso en la zona del hombro, que puede llegar hasta el codo. El dolor no desaparece en reposo y aumenta con movimientos bruscos, sobretodo al final del día. Alteración del sueño frecuente.
  • Fase 2: dura de 3 a 12 meses, el hombro se vuelve rígido y disminuye considerablemente la movilidad. Aparece un dolor intermitente y menos fuerte que en la fase 1.
  • Fase 3: aquí comienza la recuperación. Puede durar de 6 meses a dos años. disminuye gradualmente el dolor y aumenta poco a poco la movilidad.

Tratamiento

Explicar y entender lo que sabemos hasta ahora del «hombro congelado», las fases del dolor y la historia natural de la lesión puede ayudar mucho al paciente.

En este tema, hay opiniones de todo tipo, desde gente que piensa que una movilización fuerte con dolor ayuda a «romper» las adherencias, hasta terapeutas que utilizan acupuntura para el dolor.

Lo cierto es que la terapia manual agresiva probablemente provoca más dolor, más estrés y potencialmente más inflamación.
El ejercicio apropiado tiene un papel importante y también es probable que ayude a abordar la diabetes y las enfermedades cardiovasculares si están asociadas.

Al comprender la biología neuroinmune / neuroendocrina subyacente y al adaptar un enfoque biopsicosocial emergente, podemos ayudar a prevenir la incidencia y reducir el dolor asociado con esta afección.

Ejercicios para el hombro congelado

Durante la etapa dolorosa inicial del hombro congelado, los ejercicios deben ser sin dolor, de baja intensidad y de corta duración. Os proponemos una lista de ejercicios «básicos» que se pueden incluir en esta etapa:

  • Ejercicios de péndulo
  • Pasivo hacia adelante flexión / elevación en decúbito supino
  • Rango de movimiento activo-asistido en aducción horizontal, extensión y rotación interna.

Una vez que el rango de movimiento comienza a regresar, la evidencia sugiere que pueden iniciarse ejercicios isométricos del deltoides, progresando a ejercicios con banda elástica, ejercicios de estabilización escapular y finalmente ejercicios avanzados de fortalecimiento del hombro utilizando pesas.

¿Qué puedo tomar para el dolor del hombro congelado?

Los antiinflamatorios orales o la inyección de corticosteroides suelen ser soluciones a corto plazo efectivas para calmar el dolor.

En fisioterapia también existen técnicas analgésicas como la diatermia, el masaje de tejidos blandos, la movilización articular suave y ejercicios para el hombro.

Aunque se trata de una lesión molesta y larga, tiene buen pronóstico en más del 80% de los casos.

El manejo rápido y el tratamiento temprano de la capsulitis (médica y fisioterapia) pueden reducir significativamente las consecuencias perjudiciales de esta patología y el tiempo de recuperación. Además, estudios recientes sugieren que la combinación de tratamiento más efectiva para reducir el dolor, recuperar la movilidad y recuperar la función durante la capsulitis es una combinación de terapia manual, ejercicio en el hogar e infiltración. El uso del láser es una modalidad efectiva para reducir el dolor durante la primera etapa de la capsulitis.

Fuente:

Pietrzak M. (2016). Adhesive capsulitis: An age related symptom of metabolic syndrome and chronic low-grade inflammation?. Medical hypotheses88, 12–17. https://doi.org/10.1016/j.mehy.2016.01.002

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